Cada día resulta más necesario proteger nuestros datos de acceso a webs, aplicaciones y otros servicios on line. Una forma de intentarlo es a través del doble factor de autenticación.
En artículos anteriores os hablamos de la importancia de hacer contraseñas seguras y almacenarlas correctamente como por ejemplo, usando gestores de contraseñas.
Pero estas medidas, no siempre son suficientes. El doble factor de autenticación nos protege porque aunque el ciberdelincuente consiguiera nuestra contraseña de acceso, ese segundo factor de protección es el que puede marcar la diferencia entre ser o casi ser estafado.
INCIBE, en más de una ocasión ha hablado en su web del doble factor de autenticación. De manera resumida os explicamos que es.
El doble factor de autenticación es una doble capa de protección (o triple incluso) donde el usuario además de introducir la contraseña, también deberá dar otra información a través de los siguientes métodos.
- Mediante una llamada de teléfono o SMS enviado por el servicio.
- A través de un dispositivo biométrico.
- Usando una tarjeta inteligente (token) física o virtual.
El proceso es sencillo, tras insertar usuario y contraseña nos pedirá una segunda incluso tercera información que solo el usuario tiene.
En el caso del SMS, deberá insertar el código que venga escrito.
En cuanto al dato biométrico, en caso de disponer de un dispositivo que por ejemplo lea huellas dactilares, solo tendremos que pasar el dedo, para que el sistema pueda reconocer nuestra huella.
Y por último, está el token. Quizás este sea el sistema menos conocido. Consiste en un dispositivo o aplicación a la que llega un código que deberá ser introducido para confirmar nuestra identidad.
Incorporar este doble factor de protección resulta imprescindible cuando accedemos a servicios con datos delicados como por ejemplo al banco.
Sin embardo, si accedemos a sitios donde no hay información relevante sobre nosotros, podemos prescindir de este doble factor. Eso sí, la contraseña que usemos deberá ser igualmente segura, para evitar accesos no autorizados (clave alfanumérica con más de 12 caracteres).
Seguro que lo primero que pensáis es lo tedioso que puede ser usar el doble factor de autenticación, contraseñas seguras, una para cada servicio al que acceda, etc.
Pero cuando hablamos de información (que contenga datos personales y/o información confidencial), lo importante no es el tiempo sino la seguridad de nuestra información.
Si la tecnología avanza, tu también.
Doble factor de autenticación, un acceso más seguro.
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